Quiero compartirte que cuando los Ángeles me dijeron que mi misión de vida era ser luz en la vida de quienes se enfrentaban a la muerte, he de reconocer que no lo entendía, sin embargo, me evoqué con todo el compromiso que me amerita tal regalo divino.
Finalmente, cuando me tocó enfrentarme a uno de los momentos más desafiantes de mi vida, al aceptar que a mi hija Abril le saldrían alitas en lugar de pies... vi mi propósito encarnarse en cada célula de mi ser y ahí le prometí a ella que ese amor que ella había hecho crecer en mi, sería expansivo y entregado a cada alma que llegara a mi con un corazón dolido.
Creo fielmente en las Dioscidencias y sé que una de ellas ha hecho que hoy nos encontremos y pueda acompañarte desde el más profundo amor y contención en este momento.